jueves, 28 de mayo de 2015

ROQUE VALERO Y EL PEOR PAPEL DE SU VIDA

Cuando por primera vez vi aparecer a Roque Valero asomado en uno de esos diarreicos discursos del dictador Maduro, percibí de inmediato su frustración por no haberse estrenado en el arte del “jalabolismo político” con el mismísimo Comandante Supremo. 
Tener que conformarse con los testículos de un segundón, probablemente no le hizo bien a su ego y a su ambición por tener un rol protagónico en esa barata telenovela revolucionaria. 

Le compuso una cancioncita al difunto que hablaba de una tristeza sólo comparable con la lástima que sentí al verlo llorar mientras la desentonaba, y con el paso del tiempo se fue ganando a pulso el desprecio de toda Venezuela hasta llegar a porcentajes altísimos.

Hoy, junto con otros actores y actrices de tercera, vive rodilla en tierra sumiso ante los caprichos faranduleros de algunos integrantes del PSUV, que de vez en cuando y previo regateo, lo contratan para alguna fiestecita de adolescentes o para que cante en los quince años de la hija de algún esbirro del régimen.

De ahí debe venir su cara de amargura.  Amargura que también entiendo, porque de sólo imaginar que mi líder es el señor Maduro, y que ya estoy tan embarrado que no me puedo salir de esa trampa socialista, yo también tendría instalada esa expresión de rabia y tristeza…de arrepentimiento y desconcierto.

Pero bueno, así es la vida de los oportunistas.  Lo que sucede es que Roque ni siquiera como oportunista supo llegar a tiempo, y hoy debe morirse de la envidia al ver a Winston Vallenilla como presidente de esa muestra de heces llamada Tves. 

Eso, seguramente también debe llenar de impotencia al pobre Roque Valero, quien para estar en la palestra no tiene más remedio que conformarse con esporádicas apariciones en actos públicos del régimen y con los consabidos chismes baratos tuiteados durante las largas horas libres que tiene esta estrella fugaz desde que decidió ser Madurista.

Lástima es lo que me da.


  

No hay comentarios:

Publicar un comentario