martes, 2 de junio de 2015

Y A MÍ QUÉ!!!!!

 En los últimos días tooooooodos los medios de comunicación se han dedicado a darle una atención (para mí excesiva) al cambio de sexo de Bruce Jenner (el papá de las empalagosísimas hermanitas Kardashian).

Ahora se llama Caythlin, tiene unos senos relativamente grandes, una cintura retocada, sus expresiones en el rostro siguen siendo agresivas, pero un cabello largo y falsamente sedoso las suavizan un tanto.

Es como estar viendo a la hermana de Bruce, pues. 

No lo he escuchado aún, pero lo imagino con tono ronco afeminado y una cadencia que seguramente irá perfeccionando con el tiempo.

Decenas de personalidades (entre las que se incluye el presidente Obama) han proclamado a viva voz, a través de las redes sociales, su admiración al entonces señor Jenner por esa valiente decisión.

Qué cantidad de interrogantes me vienen a la cabeza!!!

Lo cierto es que me avergüenza bastante que un cambio de sexo sea motivo de tantos elogios desbordados.

Qué tienes que buscar tú, doctor Pedro Cavadas, si sólo eres el responsable del primer implante de cara en España, de rescatarle las extremidades a un hombre de 63 años al que daban por muerto y de salvarle la vida a centenares de niños en África.

Quédate callado, Yacouba Sawadogo.  Lo único que tú hiciste fue aplicar un método de cultivo en las áridas tierras de Burkina Faso, logrando rescatarlas de la desertificación y rehabilitando después de varios años más de tres millones de hectáreas otrora completamente estériles.

No fastidies, Irena Sendler.  Lo único que tú hiciste fue salvar a más de 2.500 niños durante la Segunda Guerra Mundial, luego de enfrentar solita a los nazis y soportar las torturas de la Gestapo.

Solo voy a mencionar a estos tres silenciosos personajes, que seguramente el mundo no conoce porque jamás salieron en ninguna la portada. 
¿Y cómo iban a salir si lo único que hicieron fue salvar vidas?

Por mal camino va el mundo cuando en las primeras páginas de los diarios, en los titulares de los noticieros y en las portadas de las revistas no se le da preferencia a tantos héroes anónimos que nos rodean, y sí a las excentricidades de un ex-medallista olímpico que para reencontrarse con la fama y el dinero decidió cambiar de sexo.

Habría que contarle a la revista Vanity Fair y a otras tantas sobre la cantidad de "valientes" que deambulan por las madrugadas del mundo, arriesgando sus vidas y deseando no salir jamás en la última página del periódico bajo el titular:
“travesti muere descuartizado por cliente aberrado e inconforme”.

¿O es que acaso el único mérito del señor Bruce…perdón de la señora Caythlin es haber sido el papá de las Kardashian?


Qué mal está el mundo.

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