jueves, 21 de mayo de 2015

¿CUÁNTO MÁS PODRÁ BRILLAR EL CARTEL DE LOS SOLES?



Durante los últimos días, hemos estado escuchando en los medios de comunicación mundial las noticias que involucran a Diosdado Cabello con el narcotráfico de alto nivel.

Se refieren a Diosdado como “el segundo hombre del régimen”.  Sólo quisiera acotar que ese término es en sí mismo una imprecisión, ya que el señor Cabello es el PRIMER HOMBRE del régimen,  que con gran habilidad (digna de un auténtico zorro viejo) se aprovechó de la incapacidad presidencial de Nicolás Maduro, para esconderse tras la estela de su barbarie y así llevar a cabo todos sus negocios oscuros, de los cuales, el tráfico de drogas es apenas una parte.

Diosdado Cabello es un personaje de alma lúgubre, conocido desde hace mucho tiempo por su divorcio con la honestidad y por un cinismo a prueba de infartos. 

Creador de centenares de empresas fantasmas que se beneficiaron con la asignación gubernamental de dólares (y hablamos de miles de millones), Diosdado fue en reiteradas oportunidades criticado por el propio Hugo Chávez, ante incuestionables maniobras directamente vinculadas con temas de corrupción.

Diosado fue también delatado por algunas oscuras personalidades del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) por el robo de millonarias cantidades de dinero que jamás aparecieron.  Tal es el caso de Mario Silva, quien denunció públicamente al inmerecido presidente de la Asamblea Nacional, acusándolo abiertamente de ladrón y oportunista.

Diosdado es un claro enemigo de Maduro, porque a pesar de lo conveniente que ha resultado estar a la sombra de ese parapeto llamado presidente, jamás aceptó el hecho de no haber sido nombrado el heredero natural del Comandante Supremo. 

Ahora existen pruebas a nivel internacional que se refieren a Diosdado Cabello como el líder máximo del llamado Cartel de los Soles, que agrupa además a numerosos personeros militares de alto rango, ahora dedicados a actividades tal vez más rentables que defender la soberanía nacional.

Es Diosdado el que decidió impedir (como si se tratara del director de una escuela) la salida del país de 22 periodistas que se limitaron a reproducir la nota que al respecto publicara el periódico ABC de España, y que luego encontrara eco en el Wall Street Journal.

Lo que para algunos resulta escandaloso es que desde el “presidente” Maduro hasta las bases más insospechadas del PSUV, se escuchan las voces en defensa por la “dignidad y la imagen” de Diosdado Cabello. 
Parecen olvidar esa lista de innumerables “secretos” que sirven de chantaje para contar con la “solidaridad” de todos los camaradas.

Sin embargo se ve asustado.  Ya esa expresión de reptil dominante se entremezcla con una mirada de inocencia forzosa que nadie se cree.  Sus narco-negocios seguramente se han seguido diseminando entre las manos de más y más testaferros, y muy probablemente a partir de ahora su discurso se refiera a la familia y la salud de los jóvenes latinoamericanos.

Así de predecibles son estos tipos.    

¿Cuánta basura debe acumularse para que la revolución bolivariana incomode al olfato del mundo?

¿Cuántos Diosdados más hacen falta para que la comunidad internacional tome al fin acciones concretas contra esa narco-mafia que se maneja desde las más altas esferas del chavismo?


No lo sé, pero mientras la historia contemporánea de Venezuela se sigue escribiendo con el excremento del régimen Madurista, miles de jóvenes tienen que huir del país en busca de un futuro con menos moscas.

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