martes, 13 de noviembre de 2012

TAN ZORRA COMO ROSITA (Eduardo Velasco)





La justicia en Venezuela últimamente
de unos años (como trece) pa’ esta parte
ya no asusta, ya no asombra ni sorprende,
sólo es pieza de un patético paisaje
que alzando una insensatez impertinente
hoy se burla de este pueblo sin coraje
y le quita libertad a los valientes  
para dársela a las zorras principiantes
que se ganan la vida en un retrete
de espectáculos, de tetas y farsantes
y defecan en la gente más decente
sus desechos de prebendas indignantes.

Ya los presos políticos lo saben
que en la tierra de Bolívar está ausente
esa historia que escribieron nuestros padres
de la patria, del futuro y del presente.

Son las ratas del subsuelo las que salen
como el caso que ahora cuento y que es reciente
de una cierta meretriz que allá en la cárcel
se codeaba con los presos más pudientes,
y montaba su espectáculo danzante
removiendo sus caderas bien batientes
mientras unos reclusos “familiares”
se escapaban de su celda sin dolientes.

Encontrada y capturada fue Rosita
como fuera su nombre allá en la tele
cuando luego de estar bien escondida
la pillaron caminando sin papeles.
Fueron esas piernotas poco finas
fueron esos pechotes sin paquete
los que siempre delataron a la chica
en la entrada de un local con poca gente.

Como a reina de mi pueblo la llevaron…
las esposas aquel tombo ni las trajo
esas son para las juezas que mandaron
la obediencia al dictador para el carajo.


A los días la Rosita salió libre
y hasta pudo declarar sobre su estado
de pasión por Hugo Chávez el terrible
y quedar por siempre libre de pecado.


Si la Afiuni o los mismos comisarios
unas tetas así hubieran enseñado
tanto tiempo no estuvieran envainados
y otro gallo por ahí hubiera cantado.

Así pasan estos días de inclemencia
entre tanto me peleo con la vida,
pues tan zorra la justicia se presenta
como zorra se despide la Rosita.



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