lunes, 10 de junio de 2013

LO SIENTO NICOLÁS...



A ver, Nicolás, cómo te explico. 
Al igual que tus más ineptos y tarifados “amigos” internacionales, sigues utilizando el término “fascista” como ese insulto aprendido nadie sabe de quién y en qué momento, para referirte a todos aquellos que manifestamos el buen criterio de no acompañarte en tu desafortunada aventura presidencial.

Ante tu evidente desconocimiento del término en cuestión, esperaría (con un altísimo riesgo de quedarme sin respuesta) que indagaras un poco al respecto.   Si es que tus múltiples desocupaciones te permiten hacerlo, podrás constatar, para tu infortunio intelectual, que el único fascista en este país es el régimen heredado por ti y que con absoluta ilegitimidad insistes en representar.

Sólo tú y tu grupito de malandros politizados pretenden instaurar una sola y única manera de pensar…un control absoluto de los medios…una evidente restricción de consumo entre los ciudadanos…un estado en permanente emergencia social… un insuperable nivel de inflación…una rienda cada vez más corta para los empleados públicos…un distanciamiento claro y explícito del mundo progresista…un desarrollo de conductas de obediencia instintiva entre los grupos siempre más aplastados… 
¿Te fijas Nicolás?  Aquí los fascistas son ustedes, los socialistas del siglo XXI, que no han comprendido que ese modelo de desgobierno no sólo es un mal recuerdo de alguno que otro pasado en el mundo, sino que además es una fórmula infalible de retroceder como nación y de extraviarnos en el anecdotario de un país rico, que decidió fallecer en la pobreza más absoluta y vergonzosa.

Tu ineptitud para conducir algo escasamente más grande que un autobús, ha quedado evidenciada en cada desacierto y cada vez que tomas la muy errada decisión de abrir la boca para ofrecer alguna triste declaración pública.

Gobernar, Nicolás, va más allá de simplemente dedicar largos espacios televisivos a ofender a tus opositores. 
Para gobernar debes tener ideas, planes concretos, proyectos estudiados y desarrollables, un equipo de trabajo capaz de implementar una visión de país…y tú, Nicolás, no tienes nada de eso.  Por el contrario, la deteriorada capacidad de improvisación de tu desparecido padre político llegó a tus manos completamente desgastada, y con ella, mi jamás reconocido presidente, tampoco sabes qué hacer.

Decirnos fascistas a tus opositores simplemente por el hecho de contradecirte en tu desdibujada ideología, es una falta de respeto producto de esa ignorancia que no logras disimular aunque lo intentes. 
La misma ignorancia que está llevando a Venezuela hacia el borde del abismo. 
La misma ignorancia que pretendes (cada vez con menos éxito) inculcar en un pueblo dispuesto a darte la espalda en cualquier momento. 

Ya te quedaste sin la inercia emocional de Chávez (inercia de la que abusaste incluso al pretender mantener vivo a quien tenía rato de haber fallecido).  Te quedaste también sin el apoyo popular, algo que se evidenció el 14 de abril tras tu indiscutible derrota. 
Con lo que sí te quedaste es con un desprecio incontenible y con una lástima contagiosa hacia tu persona, que te hará ocupar el lado más oscuro de la ya oscura historia que comenzara a escribir el precursor de este destructivo y perverso proceso mal llamado Revolución Bolivariana.

Nicolás, tu tiempo va llegando a un final inevitable e irreversible, así que yo, en nombre de una inmensa mayoría de “fascistas” opositores, perros del imperio, vende-patrias, apátridas, sifrinitos, escuálidos, malcriados y demás insultos ya agotados durante los últimos casi 15 años, te recomiendo que vayas haciendo tus maletas, porque en poco tiempo sólo podrás ser testigo de esa nueva Venezuela de progreso y libertad,  desde la cárcel o desde el olvido.

A ver,  Nicolás, cómo te explico: te quedó grande el disfraz que heredaste,  y por mucho esfuerzo que hagas para rellenarlo, la sensatez nacional y la decencia de todo un pueblo decidieron dejarte atrás en tu fallido ensayo de primer mandatario.

Lo siento Nicolás,  será en otra oportunidad…pero NO EN VENEZUELA.







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